lunes, 7 de noviembre de 2011

Beneficios del Drenaje Linfático


Nuestro organismo cuenta con un sistema circulatorio que se compone de 3 partes:
1- Sistema arterial (lleva sangre con oxigeno y nutrientes)
2- Sistema venoso (retira la sangre sin oxigeno y con deshechos)
3- Sistema linfático (encargado de retirar el exceso de líquido y deshechos)
El sistema linfático está formado por conductos parecidos a los vasos capilares, que transportan un líquido llamado linfa, que proviene de la sangre y regresa a ella, constituyendo, por tanto, la segunda red de transporte de líquidos corporales. El sistema linfático funciona como aparato de depuración o limpieza, pero también es sistema de protección y defensa del propio organismo.

También desempeña una función clave en la nutrición de los tejidos, especialmente gracias a su efecto limpiador, que se deja notar sobre la piel. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de los tratamientos estéticos generan un incremento de la irrigación, lo que se traduce en una mejora del aporte nutritivo y de oxígeno sobre el área tratada.

El drenaje linfático es una terapia física, especialidad de masaje, que actúa directamente sobre el sistema linfático, estimula la circulación favoreciendo la salida de líquidos con deshechos, transformándolo en un aliado contra la retención de líquidos, celulitis, mala circulación, piernas cansadas, disminución de la hinchazón, dolor y síntomas producto del alguna enfermedad circulatoria.

Su efecto se deja notar sobre la piel porque activa la circulación y mejora la micro circulación. Además, al evitar la retención de líquidos ayuda a hacer frente a la celulitis.

El masaje circulatorio se realiza en todo el cuerpo para estimular la circulación en general, con especial dedicación a los sitios más afectados con hinchazón (edemas) como pueden ser las piernas, brazos y abdomen, también pecho y espalda.

Se requiere de varias sesiones para obtener un resultado importante, el que se nota rápidamente con la disminución de la hinchazón, pesadez y dolores.
Cabe destacar que, a diferencia de lo que falsamente se piensa, el drenaje linfático no hace bajar de peso ni reducir la cantidad de grasa, sólo ayuda a favorecer la circulación ya que las células grasas tienen a retener agua, facilitando la liberación del agua retenida.

¿Quiénes pueden hacerse un drenaje linfático? Personas con algún tipo de parálisis, secueladas de cáncer de mama, embarazadas, personas con trastornos circulatorios y cualquier persona que desee realizárselo ya que no presenta grandes contraindicaciones y otorga grandes beneficios al sistema circulatorio.